Pues con los hábitos de belleza ocurre exactamente igual. Si te dedicas tiempo, estarás mejor, pero si ‘no te echas cuenta’, terminarás estropeándote.
Uno de esos hábitos de belleza fundamental y básico es el de dormir los suficiente. Siempre nos aconsejan dormir 8 horas, pero a veces con los niños, el trabajo… Te resulta imposible, ¿verdad? Pues debes intentarlo al menos, ya que durante el sueño es cuando se regenera nuestro organismo, cuando se produce la gran mayoría del colágeno.
El dormir durante ocho horas se parece al ejercicio, es cuestión de comenzar una rutina: acuéstate a la misma hora, mantén tu habitación a oscuras, relájate… Procura no tomar excitantes después de comer, como el café.
Si no descansas de forma correcta, esto se nota en tu piel. ¿O no es verdad que cuando sales por la noche, amaneces un poco diferente al día siguiente de como tu quisieras? Si ahora no lo percibes, veremos a ver dentro de unos años. A medida que pasa el tiempo, la piel se transforma: se seca, se pone más flácida…
Con unos sencillos hábitos estarás dándole vida a tu piel. Por ejemplo, otra cosa que debes tener en cuenta es limpiarla bien. Hay que hacerlo por la mañana y por la noche, a no ser que esté muy seca. Debes limpiarla con gel y tónico.
Además, debemos llevar una dieta equilibrada. Podemos suplementarla con Omega 3, Omega 6, con zinc… Y si es para la piel, los antioxidantes son básicos.
Para terminar, hay que hacer ejercicio. Si no puedes, porque no tienes tiempo, intenta irte al trabajo andando, baja y sube por las escaleras…
Después de todo esto, podemos decir que tienes que cuidarte. Trátate bien y verás los resultados.