La extensiones de pestañas consiguen una mirada impactante, como si tuvieran un rimel puesto todo el día, pero de forma natural. Además, pueden servir para difuminar algunos defectos, como por ejemplo un párpado caído. Y todo ello se consigue con un tratamiento rápido y fácil.
La metodología es sencilla. Se va colocando una por una las pestañas, pegadas sobre las naturales. De esta manera, no se aglutinan, es decir, no se ve un pegote ni se da un peso extra a las pestañas naturales.
Existen diferentes tipos de pestañas, según el material y su extensión. Pueden ser de mink, seda o cashmere sintético, e ir de los 7 a los 15 milímetros. Según el material, conseguiremos más brillo o suavidad. Según nuestros gustos, las pestañas pueden ser espesas o sencillas, alternando distintas medidas para conseguir naturalidad. La cantidad que se pone, se va variando. Al principio se ponen menos para que la persona se vea y se haga a ellas. Luego, poco a poco, se van aumentando.
Además de las extensiones, existen otros tratamientos como el tinte y la permanente de pestañas. Otras formas de conseguir una mirada seductora. Con todos ellos, conseguimos unas pestañas más llamativas, obteniendo un efecto de ojos más abiertos y mayor profundidad de mirada. Se lo pueden hacer tanto hombres como mujeres.
Desde Naturbell te aconsejaremos cuál es el mejor tratamiento que te puede venir. Te hacemos una valoración personalizada. Ponte en contacto con nosotros con cualquier consulta.