Según el tipo de piel que tengamos o según a lo que nos dediquemos profesionalmente, la frecuencia del tratamiento variará. Para que nos entendáis, no es lo mismo alguien que trabaja en una oficina a alguien que está expuesta al sol, por ejemplo.
Además, si tienes el cutis graso y tiendes a que te aparezcan puntos negros, lo ideal es hacerse una limpieza semanal hasta que el rostro logre su equilibrio y ya luego dejar el tratamiento más espaciado en el tiempo. Existen otro tipo de pieles que solo necesitan una limpieza al mes, sin descuidar nunca la rutina diaria y nocturna que debemos hacernos en casa.
Lo que se obtiene después de una limpieza es luchar contra los puntos negros y espinillas, que salen de la acumulación de impurezas de la contaminación o provocadas por nuestro organismo, además de brindar a la piel más luminosidad.
También podemos decir que hay una serie de hábitos que podemos cambiar para llegar a tener una piel más limpia: tomar más frutas y verduras, no fumar, quitarnos el estrés… Debemos utilizar productos apropiados y estar pendiente de la higiene de nuestras manos. Asimismo, si tienes acné, debes cambiar la funda de la almohada con más asiduidad.
La limpieza de cutis es un tratamiento sencillo, pero no todos los centros de estética se preocupan de la misma forma por el cliente. Debes optar por uno que cuide de ti tanto como de tu piel. Naturbell mira por ti.