Es la llamada gimnasia facial, con la que podemos conseguir muy buenos resultados. Da igual que nos preocupe el paso del tiempo o no, la gimnasia facial nos la debemos plantear como una rutina, un trabajo continuo que contribuye a mantener la flexibilidad y la firmeza de la cara y que, con constancia, contribuye a retardar la aparición de las arrugas y la flacidez.
Realmente resulta poco popular a pesar de lo simple que es. Consiste en un conjunto de ejercicios que realizamos con movimientos determinados en distintas direcciones que ayudan a la creación de elastina y colágeno, sustancias ambas que refuerzan la juventud de nuestro cutis. Son muy sencillos de realizar, así que te enumero algunos para que los puedas practicar en tu casa sin tener que invertir mucho tiempo:
Para la papada:
Cuando perdemos peso, por la edad o por motivos hormonales, aparece la antiestética papada. Este ejercicio consigue reducirla:
Ponte de pie, la espalda derecha y echa tu cabeza hacia atrás suavemente. Mira hacia arriba y haz como si estuvieras masticando algo con la boca abierta. Repite el ejercicio al menos 15 veces.
Para los párpados flácidos:
Los párpados se caen cuando el músculo orbicular (el que se encarga de subir el párpado) se debilita. Para evitarlo, tenemos que trabajar en fortalecerlo preferentemente por las mañanas, antes de hacer todo el esfuerzo del día.
Sitúa los dedos índices a la mitad de las cejas y los pulgares por debajo de los ojos. A continuación desplaza los índices hacia la frente y los pulgares hacia abajo. Si lo estás haciendo correctamente, debes notar una opresión en esos puntos a la vez que cierras los párpados fuertemente. Cuenta 40 segundos y relaja la musculatura. No lo repitas más de 5 veces cada día.
Para las patas de gallo:
Son las arruguitas que se van formando en el lateral de los ojos como consecuencia de las expresiones faciales o de la edad. Se les llama así porque tienen esa forma.
Para evitarlas o suavizarlas, si ya te han aparecido, te aconsejamos hacer un ejercicio muy simple: Cierra los ojos y levanta las cejas sin abrirlos durante 5 o 6 segundos. Bájalas de nuevo y vuelve a hacerlo unas 5 veces en total, notarás como se estira la piel de alrededor de los ojos. Si eres constante, conseguirás recuperar la flexibilidad que necesitas.
Para las mejillas:
Sonríe ampliamente, estirando los labios con firmeza y saca la lengua todo lo más que puedas. A continuación, sube la punta hacia arriba intentando mantener esa postura de 5 a 10 segundos. Relaja los músculos de la cara y repítelo una vez más.
Lo que intentamos conseguir es fortificar el músculo bucinador que interviene sobre todo en la sonrisa.
Para suavizar las arrugas de alerdedor de la boca:
Suelen aparecer con el paso del tiempo y desafortunadamente, son bastante visibles. Para luchar contra ellas haz una O con los labios y empújalos contra los dientes. Desde la comisura de los labios y hacia la nariz, ve presionando la piel con los dedos índices. Te aconsejamos repetirlo 50 veces cada vez.
Para la frente:
La gimnasia facial ayuda a disimular las arruguitas de expresión en esta zona de tu cara estirando la piel y suavizándolas.
Sitúa horizontalmente las yemas de tus dedos sobre tu frente, más o menos en la mitad. Ve deslizando los dedos hasta el nacimiento del cabello y vuelve a bajar. Si notas una sensación de calor es que lo estás haciendo correctamente. Hazlo por lo menos 4 veces cada sesión.
En general, para conseguir resultados visibles a medio/largo plazo, debes realizar los ejercicios por lo menos tres veces a la semana aunque lo ideal es que los hagas diariamente, de lunes a viernes, descansando sábados y domingos. Te ayudará el que los hagas delante de un espejo para que te asegures de que la postura se ajusta a las que te hemos explicado en este artículo.
No te olvides de que este tipo de gimnasia es efectiva pero debes complementarla con una dieta sana y una buena hidratación e higiene de tu cutis. ¡Qué disfrutes los resultados!