
La mayoría de los hombres opina que mantener las manos en buen estado es trascendental. Por exigencias laborales cada vez nos fijamos más en las manos: médicos, empresarios, comerciantes…, a todos ellos y más les importa mucho dar la mano sin complejos.
Las mujeres también se fijan si ellos tienen las uñas mal cortadas, o la piel reseca y mal cuidada. Incluso las pueden ver como una de las partes más atractivas del hombre.
De allí que ante tan peculiar detalle se juzgue a los chicos a la hora de un primer encuentro formal. Por eso muchos hombres ya confían en el cuidado exhaustivo de las manos.
La higiene de las manos es lo más importante. Lavarlas con un jabón neutro, secarlas muy bien y aplicarles una crema hidratante de calidad, mañana y noche; esto ayudará a mantenerlas impecables. Debemos evitar los lavados frecuentes, para no alterar el manto hidrolipídico, que llevará a resecar la piel.
Las cremas actuales unisex están indicadas para todo tipo de problema, como sequedad, grietas o nutrición, de aromas tenues, que no alteran el pH enriquecidas con agentes calmantes y cicatrizantes, más vitaminas C y E, sirven para reparar, proteger y combatir los radicales libres.
Para cuidar de una forma correcta las uñas, lo óptimo es limarlas en vez de usar el corta uñas tradicional. Se obtienen mejores resultados en cuanto al acabado y se evita dejar esquinas que luego se encarnen y duelan.
La cutícula no debe cortarse, mejor que aplicar vaselina para suavizarlas. Los fumadores, deben saber que la nicotina amarillea la uña y la piel.
Un buen masaje en las manos aligera los dedos, descontrae los músculos y proporciona una agradable sensación de bienestar. Un masaje empieza por la aplicación de una crema hidratante. Los movimientos realizados desde los dedos hasta la muñeca “resiguen” la piel y la dejan suave, difuminando las grietas del dorso de la mano.Luego se deberá llevar a cabo movimientos más dinámicos, cuyo objetivo es activar la circulación y movilizar los músculos para descontraerlos. Después de un masaje, obtendrá la impresión de tener unos dedos más finos, más ligeros y relajados.
En el hombre, unas manos bonitas son musculosas, con dedos largos, manos suaves y bien proporcionadas. La belleza de sus manos, está en el ejercicio que las ha moldeado. La belleza de las manos del hombre pasa, como la del cuerpo, por un ejercicio regular de los músculos. Evidentemente, se requiere tiempo para obtener un resultado visible, es decir, al menos un año, de 10 minutos de ejercicios intensivos.
Ejercitar los Dedos:
Un ejercicio que realiza con frecuencia un pianista. Agárrese a una pared y sostenga su cuerpo con la fuerza de sus cuatros dedos. Primero unos segundos, poco a poco más tiempo, cuando sufras menos.
Ejercitar la Palma de la Mano:
Suspéndase en una barra fija, alternando una mano y la otra. Intente avanzar pasando de una mano a la otra.
Dinamizar los Dedos:
Ponga su mano con la palma extendida sobre una mesa. Sin separar la muñeca, levante los dedos uno después de otro y bájelos golpeando lo más fuerte que pueda sobre la mesa. Repita este ejercicio. A continuación, intente separar cada dedo de la mesa una después del otro y estírelos lo máximo que pueda hacia arriba.
Aligerar la Mano:
Cierre sus dedos muy fuertes y seguidamente abra la mano muy deprisa con ellos separados. Repetir 10 veces.
Aligerar los Dedos:
Manos planas sobre la mesa, separe y cierre los dedos cada vez más de prisa con los dedos separados, repetir 10 veces. Los codos en la mesa, mantenga sus manos en el aire. Separe los dedos y realice con cada dedo un movimiento de rotación en un sentido y en el otro, intentando no mover los otros al mismo tiempo.
Aligerar la Muñeca:
Cierre sus puños y realice movimientos de rotación con su muñeca, manteniendo lo menos posible la mano como prolongación de la muñeca
Separar los Dedos:
Coloque los codos sobre la mesa y las manos en el aire con las palmas juntas. Con los dedos empuje alternando el dedo de enfrente, mientras que éste intente contrarrestar la presión. Tome un bolígrafo con el pulgar oponiéndolo a los otros dedos, hágalo rodar en ambos sentidos, todo el tiempo que pueda. Descanse los músculos. Sujete muy fuerte en la mano un objeto pequeño, seguidamente abra la mano separando los dedos todo lo posible. Repite 5 veces.
Finalice pasando las manos primero por agua caliente y luego por agua fría. Fricciónelas con alcohol alcanforado.