La piel de la cara, cuello, antebrazos o cualquier otra parte del cuerpo, puede volverse flácida o descolgarse como consecuencia del paso del tiempo o la celulitis. Las fibras de elastina y colágeno natural que le dan su forma y flexibilidad, se debilitan. A partir de los 25 años, el cutis facial va perdiendo tono y firmeza porque se produce menos cantidad y se reduce la calidad de estas fibras. Este efecto puede ocurrir antes por motivos como el exceso de exposición a la luz solar o las partículas ambientales perjudiciales como el polvo o el humo, entre otros. Es una de las primeras señales del envejecimiento que afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque también se agudiza con las pérdidas bruscas de peso y el sedentarismo.
La radiofrecuencia es un tratamiento no invasivo y efectivo que se está empleando con éxito para reducir arrugas, eliminar líneas de expresión y la flacidez de la piel. No pretende reemplazar a la cirugía, que está indicada en casos muy determinados. Consiste en aplicar energía de radiofrecuencia (ondas electromagnéticas) para calentar las capas internas de la dermis mientras se protege la epidermis o capa más externa de la piel. Este calentamiento controlado produce los siguientes beneficios:
Se produce un tensionado de las fibras de colágeno existentes, aumentando, al mismo tiempo, el metabolismo de los fibroblastos o células responsables de la producción del colágeno, que empiezan a fabricar nuevas fibras. Se consigue así remodelar los tejidos que recuperan su antiguo grosor, reduciendo las arrugas y la flacidez, logrando una piel más joven.
Por otro lado, se consigue también el drenaje linfático que permite reducir los líquidos y las toxinas que se encuentran en el tejido afectado por la celulitis y que facilita, al mismo tiempo, el aumento de la circulación de la piel y sus capas internas.
Se ha probado clínicamente que reafirma el contorno facial, combate la flacidez, tensa el cutis de las mejillas y mejora las ojeras. Se utiliza también con éxito en otros lugares como el abdomen, los brazos, glúteos…
Una vez aplicado, se puede seguir con una vida normal. Incluso no está contraindicado tomar el sol, siempre que se utilice la protección adecuada.